lunes, 16 de septiembre de 2013

Mi sal

Tu eres la sal que da sabor a mi vida,..

camino de luz en mi universo,..

las sinuosidades de mi llano valle,

pájaro solitario que vuela en mi firmamento,..

aquella alma que calienta mi hogar

con un plato de caldo, en mi solar,..

con una sonrisa brillante, que alumbra al cielo mio,..

brazos cálidos para pernoctar,..

regazo cálido que desabrochas con cierto pudor,..

para dar paso a mis trémulos anhelos,..

donde ya tomo tus tiernos besos,

como fruta turgente, que muerdo y saboreo,..


¡Anda, anda, acompáñame ya!,..

déjame tomarte entre mis brazos

y ya sonrío,..




Un segundo

Buscaba en mi desierto algo que me contuviera,

una mirada,..


No encontraba ninguna y encontré a la tuya,…



A mi desierto llegaron gotas de rocío,

tenues como brisa que bañaba a mi piel,..

y me refrescaban...



Alucinante tu mirada me abrazaba el alma,

no me pedías mas,.., tan solo que te amara,..

yo lo comprendí,..

y ya sin fuerzas, me rendí ha contigo,..


Al embrujo de tus besos, tus miradas, tus caricias,..


Habría recogido tantas piedras en mis bolsillo,..

que no me permitían caminar nada tranquilo,..

a tu mismo ritmo, a tus cadenciosos pasos,..


Me fui quedando rezagado,

varado viendo triste mi destino,...


¿Pudieran tañer las campanas de tu corazón?

¿llamando ha por mí?,..


Quisiera recibir esos sonidos, ese tañer, todo el tiempo,..


Vibrando en mi diapasón al fondo de mi abismo,

quisiera ya verter todas mis cartas,..

tenderlas en la grama, junto al río,..



¡Oh dulce amor, espérame un segundo yo te pido!,...



Ultima carta

Ayer empecé a sentir que te estaba perdiendo,..


¿En verdad que te perdía?,..


Si es que yo nunca pude en verdad encontrarte,

tan sólo perseguía el éter que estilaba tu aroma,..



Quizás tuviera que recorrer una última milla mas,

hasta el fondo de mí, para encontrarnos,…


Allí pudiera ser que pudiera verme,

con el pequeño niño que titiritaba,

ya de frío, ya de abrazos, anhelantes que necesitara,..


Podría entender quizás,..

la enorme necesidad de mi ser para tu hallazgo,..


Ya tu aura, ya tu alma, tus estelas azules y doradas,..

esa pequeña del bosque encantado,

con alas de libélula, atrapando mariposas,..


Dios quisiera te encontrara,..

porque siento que de no pasar,

se cerrará el último vestigio de amor para mi alma,..


¿Dónde estás?, ¿en qué rincón?,…, ¿por qué esconderse de mi vista, de mi interrogación y mi reclamo?,..


Pobrecita mi pequeña,.., ¿te da algo de vergüenza?,..

¿que este ser tan desvalido, tan nimio, 
pudiera atrapar a tu bella estrella?,...

Tu silencio y evasión, me lo denuncian,...
ay corazón, mi dulce alma,...