miércoles, 30 de abril de 2014

El corazón y sus apegos

Qué cosa de mi corazón,..

Me encuentra partido a cada rato,.
este se subdivide constantemente,.

Pareciera que brotara, germinara en otro cuerpo,.

Es tan propenso y prolijo para ello,..

Tan sólo se requiere de una tierna mirada,.
de un pequeño requiebre,..
para casarse ya del todo,..

Yéndose, entregándose por completo,…

Andar y caminar detrás de esos pasos,..

Procurarse, preocuparse,..
entregar toda la energía,…
toda el alma, hipotecarla,...

Aunque posible,..
no merezca,…
entregarle todo a esa causa,…

Que levedad,…
liviandad,…
como si no valiera,…
el alma,…
mi alma,..

Y siento que esto es algo
que llevo como mi segunda piel,.
integrado a todo mi ser,..

Por ello me pesan tantas cosas,..
que veo les acontece a toda mi gente,.

Como quisiera contar con infinitas manos,..
forma de susurrarles,.
decirles a todas ellas,…

Que por favor que se amen mucho primero,..
que por favor no se entreguen tanto, tanto,…
que su alma es un tesoro,…

El más elevado de lo que puedan poseer,..

Que no vale la pena ser tan livianos,..

Ser tan prolijos para entregar,…

Que se cuiden, se protejan,…
que es lo más valioso que puedan llegar a tener,…

Que no vale que los seres “elevados”,….
Iluminados,…
pudieran conminar,…
a entregar,..

Por diferentes razones, causas y motivos,..
hasta de un amor sublime,…
que prometen,….

Entender que si esto es posible, dable,…
esto ya se verá,….

De verdad que somos más que huesos, carne,…
este sólo es un vehículo que nos lleva,..

Portentosa gloria que Dios nos la concede,…
lo saben de cierto todos los enfermos crónicos,…
o cuando enfermamos,…
lo sabemos de primera mano,….

Nuestro hermoso cuerpo se colapsa,..
luego también nuestro espíritu,…
suele postrarse ha por ello,…

Por ello, tan importante tratar a las dos partes,…
nuestro valioso cuerpo,…
y siempre, siempre nuestro espíritu,…

Prodigarle,…
solazarle,…
abrazarle,..
arroparle,….