sábado, 16 de agosto de 2014

Levedad del aire,..

Es que acaso el horizonte,..
se inunda de palomas revoloteando,..
y los sarcillos buscan el cobijo de las ramas más fuertes,..

El aire hace bailar a las flores,…
se cuela en la naturaleza,..
emite sonidos tan apacibles,..
son tan tenues,…, muy leves,..
que debo acallar todas mis emisiones,..
para percibirles,..

Rozan levemente mi cara,..
pueden crear un suave murmullo,..
muy profundo,..
enlazar a mi quieta alma,..
¡traducirla!,..

Revestirla de una luz muy blanca,..
darme la serenidad tan anhelada,..

Esa búsqueda que incesante he buscado,..
detrás de tantas cosas, momentos y personas,..

 Sueños y anhelos locos,.., arrebatados,..
como ser perdido en un desierto interminable,..

Oh bella naturaleza que me conmueve,..
que me remite a los sencillos pasos,..
esa bella quietud y paz,..
que siempre he buscado,..
tan sólo requiere de sintonía,..
¡dejarme llevar!,…

Oh Dios,.., clamo a vos,…
por este milagro,..
pero, que sea lo que tu dispongas,..


Réquiem del angelito

¿Qué de cierto hay que entre las flores?,..
caminan sus tiernos pasos,..
muy suaves,..
presurosos muy erráticos,..
jugando,..
llenando de colores y fragancias,..
de sonrisas, se inunda el amplio campo,..
¡alegría!,…, ¡alegría!,..

Pequeños seres,..
que nos alumbran,..
que en verdad nos contienen,..
que nos plasman toda su belleza,..
su dulce mirada,..

Que nos hacen retraernos,..
sobre nuestros necios pasos, tantas veces,..

Que en verdad, su luz nos hace tanta falta,..
cual luciérnagas,..
en eterna noche,..
de fantasía fragmentada,…
de hinojos postrada mi alma,..

Oh Dios,..
cuan larga es la noche,..
sin su murmullo, su mirada,.., su voz,..
vaya el clamor y mi oración,..
ligando a su estela,..
como hilo de plata,..
que llegue hasta él,…
y más que nada a mí,..
que no abandone,..

Su esencia,..
su presencia,..
su estancia,..
su bella e intensa luz,..
tan sólo un segundo,..
un instante,..
tan efímero,..
como destello en horizonte,…
estrella fugaz del firmamento,..

Hay pesares tan incomprensibles,..
mas allá de cualquier razón,..
tan sólo la clemencia,..
del Ser supremo,..
puede transigir el profundo dolor,..
de su sensible ausencia,..