domingo, 25 de enero de 2015

Desencuentros

En claro azul del cielo va trotando..
y va llevando recuerdos,..
de multitud de lugares, tiempos y personas..
todas ellas conjugadas...
abriendo vertientes...
el pecho, la memoria,..
el alma su simiente..

¿Existe una lógica?..
no lo parece..

Ser solo un tránsito,..
un medio, un vehículo..
a la postrer aurora,..
ir dejando,.., abandonando..
girones, trozos...
ay de mi..
se desprende un suspiro..

Y en verdad que no importa la secuencia..
que la lógica no exista...
estoy tan en mi...
hablando conmigo mismo,..
de manera suave y tierna..
sin tiranía...

Ya que el juicio severo,..
lo da el tiempo, el silencio permanente,..
los hechos que acaecen..
¿por que hacer la carga pesada?..
¿existe alguna razón?...

Y doy cuenta,..
que de verdad no hay nada tan valioso,..
que justifique,..
la abyecta verdad y que golpee,..
la vida en cualquiera de sus formas..
manifiestos..

Un abrazo..
susurros..
y el silencio..
tan en calma..

Los tiempos apacibles..
aquellos en que se disfruta..
de cosas tan comunes..
como respirar tan solo..
caminar..
abrir los ojos..
sentir..
pensar..
o expresar..

Abrir los espacios..
de afuera adentro y viceversa..
conjugarse..
que bien..
me complace..

Son como peldaños..
¿hacia donde?..
no se..
y creo en verdad que no importa tanto..



Los deberes

A veces...
no quisiera verter,..
ninguna línea,..
nada quisiera decir,.., balbucear..

Y luego me voy dando cuenta,..
que es cuando mas...
debo esforzarme...
a trasmigrar esa burda melancolía,..
que me impide el vibrar..

Esa falta de energía,..
esa renuncia a mi voz..
ese desdén,..
que me ancla,..
que me golpea y que me tira..
que me lleva a ninguna parte,..
y que acalla mi voz,..
y empieza a declinar..

Susurra..
quisiera perderse con el viento..
que se olviden todos los adjetivos,..
los superlativos, las promesas,..
tantas letras de pasión desbordada,..
aquella dimensión, esas alas..

Y tan sólo quisiera ausentarme,..
libremente,..., el perderme,..
buscar el anonimato,..
no corresponder,..
obligadamente corresponder..

Darme la licencia para extraviarme,..
ser el personaje libre sin debes de...
tienes que...
alejarme de todo requerimiento,
...

E invitarme a ya no más,..
atarme a llenar espectativas...
en verdad que así lo quisiera, algunas veces,..

Me siento tan vulnerable,..
y el miedo siempre me ha forzado...
a cumplimentar otras voluntades...
otras tareas, amores, amistad,..
los deberes,...




Cuando yo me vaya (referencia a un poema que recién leí de Carlos Alberto Boaglio)

Cuando yo me vaya..
quisiera dejar tan solo un leve recuerdo...
nada invasivo,.., suave...

"Algo", que sea como un éter..
como tenue perfume...
que tan solo pueda percibirlo el alma...
de aquellos seres con los roce algunas palabras...
una mirada, un gesto, una ilusión, o un sueño...

Y que me lleven en viandas..
como parte de su valor...
que por favor, perdonen mis carencias, los errores...
mis equivocaciones...
¡fueron tantos!..

Cuando yo me vaya...
espero haber podido plantar una semilla,...
que a pesar de...
que no tenga la gracia de percibir el fruto madurado..
de verdad confío
y espero un hermoso y frondoso árbol,..

En verdad, quisiera mas que dejar un vacío,...
poder haber llenado algún leve espacio...
un tiempo..., un segundo..
salvar la distancia,..
geográfica, de tiempo o espacio..
y posibilitarme
algo de ternura, de amor o comprensión...
prodigar...

A los corazones que pudieran conciliar...
su atención, su bondad y comprensión..
conmigo
¡benditos sean¡...

Y que me tuvieron una gran paciencia, para observar,..
mis altibajos, mis erráticos estados...
cual montaña rusa..
vaya pues...
mi locura galopante...

Y además que me aceptaron, ..
plenamente...
me aceptaron..
quizás mucho mas que yo..

Cuando yo me vaya..
quisiera no dejar una gran promesa incumplida..
si, haberla resuelto,.., no a medias...

Y aunque trillado es..
a mi entera capacidad..
al limite de mis fuerzas...
y del mas bello amor que yo pueda llegar a poseer..
o entregar..

Cuando yo me vaya...
solo me restara agradecer...
la bendita gracia,.., a mi Señor..
a mi hacedor...

De la hermosa vida dada,..
y todo lo que ella signifique...
son tantas...
tantas cosas...
que agradecer...

Cuando yo me vaya...
es tan cierto que la vida seguirá su curso,...
y aunque ya mis ojos no podrán percibir mas auroras...
y sin embargo..

Mi corazón, mi alma..
encontrara su plenitud...
seguro estoy...
ascenderá..
lo que ello signifique...




Hola mundo

Desde este rincón del mundo...
tranquilamente aquí sentado..
voy recontando signos,..
pensamientos, gestos y palabras...
que he recibido de tantos..

He sido invadido por ellos..
mas de una vez que me conmovieron..
y por ellos..
hice amigos estimados, que quizás nunca vea yo de frente..
y sin embargo, hicieron que me diera una risa de repente,..
no una vez, sino muchas,..

Desde cualquier lugar de este amplio mundo..
me han visitado tantas veces,..
uno, luego otro,..
a través de esta red maravillosa,..
al leerlos, al saberlos,..
al compartirme su cotidianidad,..
al contarme de sus trances, sus pasajes..
sus aspiraciones y sus sueños,..
sus alegrías, también sus penas,..

Me he sentido ampliamente identificado..
muchas veces,.. empatado,..

Y en verdad que no ha importado desde donde lo hagan,..
de un viejo armatoste como el mio,..
donde les escribo..

Y comparto estos simples pensamientos de un momento,.
un instante, un segundo,..

Y doy cuenta en verdad que los aprecio,..
ampliamente,..
dulcemente,..

A todos, sin hacer ningún distingo,..
somos tantos caracteres,..
unos frívolos, quizás los menos,..
otros adustos, llenos de sapiencia,.., elocuencia,..

Pero todos, todos,..
empecinados en hermanar nuestras miradas,..
pensamientos,..
sentimientos,..

Desde la Patagonia, al otro mundo,..., Europa,.., y mas,..
y mi México, América, Estados Unidos, donde también tengo familia,..
allá extiendo mis brazos,.
mis afanes,..

Dios nos mantenga unidos,..
y procuren no enfadarse,..
con nadie,..
una simple petición,..
no pidamos,..
prodiguemos,..
nosotros hacemos el espacio,..

¿Y el amor?,..
he cambiado este primer objetivo,..
ya ahora solo busco,..
hermanar con tanta gente,..
coincidente, disidente,..

Uno me abraza,..
el otro, me enseña,..
pasajes nuevos, horizontes,..
nuevas perspectivas y ángulos,..
aprendo..

Por eso he repetido tantas veces,..
¡todos cabemos en este amplio mundo¡,..

Buenas noches, días,.. mundo,..
¡abrazos a toda mi gente,.




Perfeccion

En el espacio de la perfección,..
no cabe la calma,..
agoniza,..
tiranía,..

En el humano no hay absolutos que valgan,..
que transijan,..
que medien la distancia, los vocablos,..
las miradas,..

Los quehaceres y afanes de los desposeídos,..
los sin gracia,..
abúlicos, menesterosos,..
suplicantes,..
ya postrados,..

Tantos años,.., las centurias..
se ha minado el arcón de sus sueños,..
tantas veces, casi siempre,..

Se ha burlado su paz y su concordia,...
ya su calma, a sus sueños,..
se perdieron quien sabe donde,.
desde cuando, ya se olvida,..

El postrer sueño arrebatado, sublimado,..
extraviado..

Por eso imploro,..
la decencia, el decoro,..
hacia el humano hermano,..
la concordia,..

Respetar su espacio,..
a su vida, sus sueños, sus anhelos,..
quizás adormecidos,..
por milenios,..
por favor, conjuguemos,..




Mujer sin rostro

Eres mujer sin rostro, sin silueta dibujada..
tantos supuestos y apetencias conjugadas..

Aspirar tu dulce aroma,..
enfrascarme en tus abrazos..
envolverte con caricias,..
yo quisiera,..

Escuchar tu dulce voz y tus silencios..
y tus pausas, tu mirada,..

Entrever entre tus ojos..
una sublime esperanza..

El amor, el que tu viertes..
y que entregas por entero...

Alma libre tan templada..
apacible y que se torna...
en apasionada mujer, ¡esplendorosa¡..

Te acompaño ya las horas..
y un segundo yo me elevo..
te percibo plena, gloriosa, portentosa,..
como Diosa mitológica,..
ya me tienes...

No te apartes, no diluyas este instante...
quisiera el plasmarlo..
para que no se me deshaga..

Y se pierda en los laberintos,..
de mi mente y de mi alma..

Que no se vaya..
que se quede, siempre, siempre..
ha conmigo...
me ilumine..
y que me guíe..




Autoterapia (unas palabras)

Hoy quisiera comentar desde un muy particular punto de vista y experiencia, algo de este tema que traigo a colación, ¿por qué?; porque esto mismo me ha rondado la cabeza desde hace mucho tiempo y quizás algo les pueda ayudar y si no, podrá ser punto de partida para sus mejores conocimientos o pesquisas. Este “conocimiento” en verdad ha tenido su “repunte” en la experiencia vivida en el espacio de la red de Facebook, un perdón (por el comercial que no me pagan), y una sincera disculpa para los profesionales de la medicina por considerar esta referencia un tanto baladí o muy empírica, más sin embargo, es real que a mí en lo particular me ha sido muy útil para trascender varios temas importantes, y que por diferentes razones y motivos, que aprecio y me reservo, para evitar ser blanco de minusvalía para aquellos que consideran valores muy diferentes a los míos (también muy validos, al menos para mí y los respeto), solo les diré que muchas veces he sido distraído de acciones o inacciones que pudieran haberme traído “fallas” muy sensibles en mi quehacer cotidiano y qué cantidad de veces, esta compartición, en dos sentidos, me ha distraído de acciones negativas en que era frecuente que yo cayera, por mi cierta prospección a la neurosis, solo eso diré como punto de partida.

Desde hace mucho tiempo como decía, he pensado en ello, en el concepto de autoterapia y al momento me acuerdo de un dicho que escuchaba en los grupos de “autoayuda”, “un ciego no puede guiar a otro ciego”, ¿cómo pues, un ser humano extraviado, puede remontar el mismo, a sus estados de pena y postración?, buena pregunta y recuerdo hace mucho en un estado de enorme crisis emocional, cayó en mis manos un artículo de Guillermo F. Batarse, sobre las heridas emocionales que decía:

LAS HERIDAS EMOCIONALES
(Guillermo F. Batarse)

Mucha gente asegura que el tiempo sana la mayoría de las heridas emocionales. Sin embargo, no es el transcurrir pasivo del tiempo, el factor determinante en la cicatrización de muchas de estas heridas. Se trata más bien de un proceso natural de nuestra maquinaria emocional, que tiene un poder automático de recuperación mayor de lo que generalmente pensamos. Por supuesto, en determinadas circunstancias, hay mucho que podemos hacer para sanar las heridas emocionales, cuando nos ayudamos del poder automático de recuperación.

El individúo tiene naturalmente un amplio poder para curar sus heridas emocionales. Eso no quiere decir que haya magia dentro de nosotros mismos. Las heridas emocionales son como las físicas: debemos de atenderlas. Si usamos las estrategias adecuadas y empleamos los recursos pertinentes, tenemos posibilidad de encontrar la curación. Nadie de fuera puede curar nuestras heridas emocionales, ni podemos encontrar soluciones instantáneas para anestesiar el dolor en los libros y los métodos.

La curación de las heridas emocionales depende de nuestra disposición para cambiar de actitudes y revalorar conceptos, es entonces que nuestro poder automático de recuperación se puede volver a funcionar. Las heridas emocionales van cicatrizando cuando damos otras interpretaciones a la realidad, cuando tenemos paciencia para experimentar el dolor, y cuando encontramos la suficiente fuerza para crear poder a través de la misma adversidad.

Poner el mundo en una perspectiva diferente, es vital para recuperarnos emocionalmente. Para lograrlo, quizás sea conveniente hacernos nuevas preguntas y dejar atrás las que ya fueron contestadas o no tienen contestación. Las nuevas interrogantes que nos hacemos cuando sufrimos, constituyen un ataque frontal a las heridas; es el principio de la recuperación. La capacidad interior que ya tenemos para cicatrizar las heridas, se potencializa con la transvaluación de conceptos.

Curar las heridas emocionales requiere un considerable esfuerzo. Hemos de intentar lo imposible; hemos de pensar lo impensable. Hemos de tratar de hacer nuevas cosas, de encontrar nuevas fuentes de gozo. Es necesario que exploremos nuevas ideas y que busquemos otros méritos. Sólo a través de ello, podemos depurar una técnica para enfrentar el dolor cuando sobreviene. El requisito para curar las heridas emocionales, es que comprendamos los sentimientos que las acompañan y producen.

¿Cómo es una persona feliz? ¿Acaso es simplemente alguien inmerso en un conjunto de circunstancias? No, la persona feliz es más bien un conjunto de actitudes, las cuales se transforman con la experiencia. Y para curar las heridas emocionales es crucial un cambio de actitud. Nunca podemos volver al pasado, al tiempo antes de que ocurrieran las heridas. La actitud activa, mediante la cual se inicia y no solamente se reacciona, es la verdadera virtud. Tal actitud no alberga la ilusión de la invulnerabilidad, pero tampoco contiene el temor a experimentar o a equivocarse.

En general, encontramos que somos más duros ante las heridas emocionales de lo que habitualmente pensamos. La vida significa vulnerabilidad y una señal de inmadurez es tratar de evitarla.

No podemos buscar una vacuna contra las heridas emocionales, pero si aceptamos que no somos invulnerables, nos ponemos en el camino de la recuperación. Cuando experimentamos el dolor, hay que tener paciencia. La dureza no se mide en términos de nuestra negación del sufrimiento, sino por la disposición que mostremos para aceptarlo como una parte integral de la existencia.

Para comenzar a recuperarnos emocionalmente, tenemos que empezar por revisar nuestras limitaciones. Hay muchas que son inherentes a toda la familia humana y otras que nos son peculiares. Luego, hay que aceptar la idea, aunque por el momento sólo sea teórica, que podemos hacer algo para cicatrizar las heridas emocionales. Lo mejor de este mundo es que la mayoría de las situaciones y circunstancias que causan el dolor moral, dependen de nosotros mismos. Las verdaderas causas de la infelicidad dependen de factores emocionales que podemos aniquilar con nuestro poder. Una expresión de este poder es conseguir la suficiente sabiduría para establecer la frontera entre lo que podemos y no podemos cambiar.

El mundo no es simplemente bueno o malo, moral o inmoral, negro o blanco; no está compuesto de polaridades, simplemente, es una maravilla.
Debemos de cuidarnos de no excedernos en nuestras posibilidades y limitaciones. La causa real de la insatisfacción emocional siempre está dentro de nosotros mismos.
Si no podemos cambiar al mundo que tenemos que enfrentar y ello nos causa heridas emocionales, es tiempo de cambiar de actitudes y de darle otra interpretación a la realidad.

En verdad que esta lectura, en el momento oportuno, fue contundente para “cambiar” el estado en que me encontraba en esos momentos y desde allí, yo retomo estos conceptos, que resumo:

1.       Proceso natural de nuestra maquinaria emocional.
2.       Las heridas emocionales deben atenderse.
3.       Nadie de fuera puede curar nuestras heridas emocionales.
4.       La curación de las heridas emocionales depende de nuestra disposición para cambiar de actitudes y revalorar conceptos.
5.       Es necesario que exploremos nuevas ideas y que busquemos otros méritos.
6.       El requisito para curar las heridas emocionales, es que comprendamos los sentimientos que las acompañan y producen.

Con eso podemos comenzar.

Proceso natural de nuestra maquinaria emocional.

Aunque esta referencia trae el concepto mecanicista y pretende ver al hombre como una máquina, que obvio no lo es, yo lo interpreto más bien como una parte integrante del ser humano todo, que ese “mecanismo” es natural, viene con el hombre y en verdad que esto, estoy seguro ahora de ello que es correcto. Yo me preguntaba cuando asistía a los grupos, ¿cómo le harán las personas “comunes”, para levantarse, prepararse, ir a trabajar, desenvolverse, arremeter los retos, etc, como? y daba vueltas sobre esta pregunta, pues consideraba que “algo” debía de haber que les “capacitara” para todo ello y que sin embargo, yo había perdido o quizás adormecido dicha capacidad. Cosa esta muy cierta y que al cabo de los años he ido descubriendo, que las “habilidades”, los talentos y los hábitos, pueden irse perdiendo, eclipsando, pero que es nuestra voluntad la que lo hace. Sólo ella, nada más, pero definitivo que es un gran hallazgo, saber conscientemente de esta gran capacidad y potencial que como ser humano poseemos, que no estamos sin recursos propios.

Las heridas emocionales deben atenderse.

La experiencia que yo he tenido en ese punto, para mí ha sido crucial y el Dr Freud, parte aguas de la Psicología a través del psicoanálisis, ha sido toda una referencia; las personas no somos “malas” per se, sino que ha través de las experiencias vividas, es como nos vamos forjando y muchas de nuestras experiencias de vida en verdad que nos marcan de manera indeleble y muy profunda y yo he podido ver, que en función de cantidad de variables asociadas, esas “huellas” predeterminan mucho de nuestro ser en sí, nuestras inclinaciones, la forma en que uno reacciona ante ciertas circunstancias, ante las carencias, los problemas, la gente, etc. y dado que el ser humano no está blindado contra todo; necesariamente tendrá heridas emocionales que habrá de atender, si en verdad quisiera superarlas, aunque muchas veces, por la negación o la vergüenza, prefieren ocultarse, a través de infinidad de mecanismos: la negación (ya lo dije), el autoengaño, ver la paja en el ojo ajeno, la evasión o la “fuga”, etc. Se dice en los grupos: ¿Cómo puede “curarse” aquella herida que no se ve?. Obvio que no se puede, primero tengo que darme cuenta de donde me aprieta el zapato, el “alma” pues. Ya luego las diferentes escuelas de Psicología han propugnado cantidad de “soluciones”, pasando desde la Neurolinguistica, La Fe (que no minimizo en absoluto, pero que sin embargo, es el “germen” para que muchos líderes con fines y propósitos no muy sanos o de buen amor para el hombre, su libertad y el respeto que se les debe), y tantas que van apareciendo y que “anuncian” la solución “rápida” o “mágica”, para salir adelante.

Desafortunadamente en el contexto Nacional, México y no sé de cierto de todos nuestros demás hermanos del tercer mundo o países “emergentes” (vaya etiquetas), la “ayuda” del gobierno en ese tenor, la sanidad emocional a nivel masivo, deja mucho, muchísimo que desear, los pocos médicos existentes prácticamente tienen que atender un sinnúmero de pacientes a todo vapor y es imposible entonces, la atención privilegiada hacia las personas que son “quebradas” emocionalmente y prácticamente ellas son atendidas y despedidas ipso facto y quizás con algunas pastillitas para que se “tranquilice” y se la toma más con calma. Por ello intuitivamente las personas van buscando la “cura” para sus males en otros frentes y lugares (también en el Face, ¿he?), pasando desde el consejo de alguien cercano, la magia, la numerología, etc, etc.
Esto tan sólo ya es un impulsor de esta propuesta: autoterapia, porque de verdad que no hay ni pa’ donde hacerse (al menos en México es una triste realidad), en verdad yo me he dado cuenta que un montón de personas, quieren hacer “leña del árbol caído”, es muy pobre la situación de las que lo hemos vivido y padecido. Un ejemplo muy fácil, “comprar el amor” y no hablo explícitamente de sexo, sino de todo lo que tiene uno que obligadamente hacer por el “amor” de alguien, porque si no ella se va a enojar y “pierdo” su amor o amistad.

Nadie de fuera puede curar nuestras heridas emocionales.

Esto en definitiva me ha quedado cierto totalmente, no hay quien del exterior pueda venir a “levantarme”, emocionalmente hablando, sólo yo y nada más que yo puedo hacerlo y es muy fácil entenderlo si lo vemos en el sentido opuesto; hemos llegado a creer verdades como una catedral de grandes hacia nosotros mismos y que al cabo de los años, nos damos cuenta, mucho tiempo después, que eran falsas, hágase cada uno honestamente ese test y por ello digo: que nadie de fuera puede “levantarnos” y lo contrario, también es cierto, nadie puede postrarnos, somos nosotros quien lo hacemos, única y exclusivamente nosotros. Hay cantidad de elementos que pueden auxiliarme a “levantarme”, cantidad, pero yo solo daré un buen uso a ellos y realmente les aprovechare ciertamente, quizás podré integrarlos y hacerlos míos, sino, nadie podrá hacerme tragar ninguna medicina, solo yo.
Luego por esta mala comprensión cada uno dice: esta persona me fallo, este libro no me ayudó, mi situación económica, mi falta de empleo etc., etc.
Otra cuestión y muy básica es que cuando una persona está “afectada” o “quebrada” emocionalmente, su comportamiento puede ser muy errático, ambivalente, voluble, etc. y por lo regular esto “aleja” a todas aquellas personas que le rodean, ya que no se comprende bien a bien estas reacciones que son como “impulsos” de una alma sufriente, por ello, casi siempre, tendrá que uno mismo hacer frente (en soledad), de todos sus recursos.

La curación de las heridas emocionales depende de nuestra disposición para cambiar de actitudes y revalorar conceptos.

Esto también lo he constatado como muy cierto, es importantísimo la migración de los “valores”, yo digo, salirse de las etiquetas, del esquema, estereotipos, o cosas similares, porque de seguirlas “acariciando”, no iremos a ninguna parte; muchas veces la primera impresión que prodigamos a los demás, es la que se queda, casi de manera permanente; es muy difícil para el ser humano (yo creo que es uno de los atributos inherentes del mismo), cambiar su perspectiva de “alguien”, su primera impresión o juicio (de uno mismo), y casi que toda la interacción posterior va encaminada a verificar tal perspectiva y difícilmente se cambia o se transforma, casi nunca sucede,  y yo lo veo como una gran limitante para la trascendencia humana y mucho de ello nos limita como sociedad, para “recuperar” e “integrar” a la sociedad a las personas que han incurrido en faltas, en México hay un dicho: “perro huevero, aunque le quemen el hocico” (esto aplicado a las personas y para afianzar una mala postura o actitud hacia “alguien”).
Es definitivo que tenemos, obligadamente de aperturar nuestras conciencias y juicios de valor, hacia todos, uno mismo inclusive (básico = autoestima), porque de no hacerse, no podrá irse adelante.
La premisa básica debe ser la versatilidad, no estacionarse, dar paso a la creatividad, a la intuición (o la meditación y la oración en algunos casos, indispensable), para “revalorar” conceptos, es “vital”, “substancial”.

Es necesario que exploremos nuevas ideas y que busquemos otros méritos

También completamente de acuerdo, afirma el punto anterior, pero adhiere lo de méritos, y yo abono, hay cantidad de personas que de manera totalmente intuitiva han ido desarrollando sus capacidades, virtudes y talentos; por un ingrediente básico que he observado: “se la han creído”; así como muchos podemos predisponernos a ponernos en un “mal, peyorativo o bajo perfil”, otros han optado por creerse algo que les “levante”, en mi caso muy particular ha sido que he llegado a comprender esta habilidad o capacidad de comunicarme con todos ustedes a través de los escritos de toda índole (como este, perdón por tan largo) y estoy convencido que el “artista” en general debe “transfigurarse” y creerse el papel o personaje que desempeña, para dar todo su potencial y su arte. Cuando escribo cualquier cosa, dejo que los términos y los conceptos “salgan” por si solos, trato de evitar el control que mi mente consciente y limitativa inhibiría. Habrá quien pueda hablar en público, yo no lo he podido hacer (me ganan los “nervios”), habrá otros que puedan pintar o dibujar, declamar, bailar, etc., etc.

El requisito para curar las heridas emocionales, es que comprendamos los sentimientos que las acompañan y producen.

Vuelve a insistir Batarse en este punto, claro que es importante y yo recuerdo de algo que por ahí leí acerca de cómo toman el duelo en algún país (no recuerdo cual), que cuando alguien muere, lloran desconsoladamente por un tiempo predeterminado por sus costumbres y luego de ello, siguen su vida adelante; en mi experiencia personal, muchas de mis “ausencias”, tuvieron que pasar un grande período para sanarlas, porque precisamente me negaba a enfrentarlas, revivirlas y sentirlas; la cura de ellas implica dolor, pero que se hace necesario el pasarlo para poderlo rebasar. No sabemos a ciencia cierta, porque sufrimos esos dolores emocionales, pero se deben “resolver” amplia y quirúrgicamente, para poderlos subsanar, yo lo he experimentado en algunos casos, aunque obvio me faltan otros más.

En resumen, es clara la invitación para la “auto-gestión” o “auto-terapia”, que alcance a ver hace muchos años y que yo pondero y aquilato y quise compartirlo con todos ustedes, amigos míos, mis escuchas y seguidores de esta red maravillosa y que me ha servido tanto, tanto.

Gracias hermosos corazones, que el Dios en que cada quien crea (o no, muy respetable), nos ilumine y nos de toda su luz, su paz y sabiduría.