miércoles, 22 de abril de 2015

Novela (7a entrega)

Yoltic veía entonces que las motivaciones envueltas en el fenómeno Facebook, tenían el telón de fondo de los anhelos humanos y quizás todo el tema “comercio”, marketing, dominación, vendría implícitamente dado y la comunicación como herramienta, alguien dirá: eso es un tema trillado, pero sin embargo, lo trillado que pudiera ser no le resta su importancia, por ejemplo Yoltic recordaba lo maravilloso que había sido encontrar a algunas personas de su vida a través de escribir sus nombres y poderlos localizar en el muro de ellos (mucho más fácil que la guía telefónica), ese “enganche” y descubrimiento sólo habían sido el “arranque” y ya ahora la dimensionalidad que preveía en este medio era múltiple, enormemente potencial, variada, diversa y que ello mismo ya se reproducía en muchos individuos a nivel mundial y también en empresas de todo tipo, comerciando, promoviendo, invitando.

Anhelos humanos como el deseo de trascendencia y el amor; Yoltic podría ver que estos quizás eran los principales motivadores, ”impulsadores”, el deseo de trascendencia que equivale a no morir, el ser humano vive a sabiendas (ya grande, no de pequeño) que la muerte tarde que temprano tendrá que venir, que es insoslayable y que este “motor”, este impulso “provoca” cantidad de reacciones consecuentes: lo primero que le “salta” a la vista es lo lúdico, porque de manera instintiva el ser humano sabe, entiende que eventualmente no va a estar, dejará de existir, le causa miedo, le tensiona (estress) y ello le pudiera provocar (no siempre), que se “evada” de esa real posibilidad, por medio de lo lúdico (el “juego”), y que extradimensionándolo aún más, podría llevarnos a entrever del porque mucha gente, el mismo Yoltic, habría tomado tantas “fugas” en su vida, desde las terribles y muy nocivas, como el alcohol en un tiempo (obnubilan la realidad que no se desea ver y enfrentar), la depresión (como respuesta orgánica a una realidad que se presenta insalvable), la autoconmisceración (adjudicar a otro ser o entidad, toda la responsabilidad de mi triste y lamentable situación), el soñar despierto (literal), mitomanía (“fabricar”, con la mente, “realidades” ficticias, cualidad que bien podría tener el escritor o poeta), la vida en rosa (negar la existencia de la perversidad humana, para que no logre alcanzarle), etc.; todo ello por no enfrentarse a la corrupción, la degradación, la muerte, el término, el acabar; todo enfocado a evitar “ver” y observar esta posibilidad, considerando que energizando algún tipo de acciones y preceptos, evitarán el enfrentarse con la “cruda” realidad y verdad, mi propia verdad: soy falible (habré algún día de faltar, ya no estaré), que me acabo, que mis neuronas, mis células, se corrompen, que si vivo lo suficiente, seré un despojo físico quizás doliente o enfermo; el miedo es tan atroz, que evito el mirar a los “viejos”, me aterra verme reflejado en todas sus manifestaciones: su rigidez de muchas maneras, su olor, su mirada apagada, su lentitud, su necedad, sus emisiones naturales, su dependencia para tantas necesidades que tienen: limpiarse, comer, defecar, medicinas, escucharles sus reclamos, su dolor; luego entonces con esta aplastante realidad a cuestas, es que el hombre (género) busca “jugar”, evadir la realidad, yo voy a morir, algún día, mientras tanto,…

El amor. Cada vez es más evidente para todos, que esta es la maravillosa “cura” para  la “sanación” de la raza humana de sus principales “defectos”, “fallas”, y sus consecuentes resultados; la injusticia, la escasa comunicación, la hambruna, el ecocidio, las guerras, etc., aunque el “quid” Yoltic veía que partía de la consecuente “autoestima” (amor propio), llegarse a creer una verdad gigante como una catedral; para bien o para mal, esta “imagen”, habría sido el objeto de comercio buscado para hacer los grandes emporios, la belleza, la verdad, estar bien, el éxito, la felicidad significa,…, de alguna manera estos “valores” se habrían fabricado, eran un producto, podrían ser comercializados, moverían a los grandes consorcios: la moda, el arte, la música, gestores de confort y realización personal, familiar y de regiones enteras del planeta, detrás de un gran problema endémico emocional, la ruptura de la sociedad, vendrían asociados por la “perversión” de este amor primigenio, autoestima, uno vale si tiene tales características, tal manera de ser y de pensar, de soñar, de anhelar, de poseer.

Si Yoltic, veía que muy posiblemente todas estas eran las razones de fondo de los fenómenos de comunicación humana, que en el fondo, como se habría demostrado en tantos estudios desarrollados para las cuestiones de mercadeo, los motivos ocultos para el ciudadano promedio, habrían sido las principales razones de éxito de este notable producto: Face u otro más, actual y muy posiblemente en el futuro, de hecho los políticos modernos actuales, ya lo saben (algunos de manera intuitiva o educada), que ellos “deben” ofrecer lo que el ciudadano “demanda”, sus “anhelos”, prometer cumplírselos, aunque esto, se sabe comúnmente en México, normalmente no suceda.