miércoles, 6 de mayo de 2015

Rana

A los habitantes ya del cielo, de la luna en hondonadas,..
de los terraplenes, de los horizontes llanos,..., que aquietaran,..
aquellos tan difíciles a que arribaras,..

Desde los amores incipientes,.., emergieran,..
do' las viejas heridas, los tremores,...
se quedaran,...

Donde en apaciguada luna, la mirada se inclinara,..
pareciera una vieja china, sabia y constrita,..
enseñando los designios,.., los devenires y futuros,..
musitara,...

Ay de mis tristezas, parece mi primer lenguaje,..
como un monólogo reincidente, cacofónico,..
muy agudo y tan chillante,..

Y es que no miro a los pájaros, los albatros,..
las cigueñas,..
esas que todavía traen,.., a los pequeños de París,..
tan lastimosamente,..., pobrecitas,..

No saben lo que hacen,.., tan sólo cumplen su cometido,..
y alguna vez se han equivocado,..
y han dejado en Madrid, a mi amada tan querida,..
ay muy lejos de mí,..

Y la rana enamorada, no se queda quieta y muda,..
salta, salta, a ver si a comer alcanza,..
su mosquito, a su presa,..
y es que quedado su lengua atrapada,..
en algún inefable hielo de ¿Abril?,..


Novela (15ava entrega)

“Parteaguas”

A los habitantes de la media luna, prolegómenos, fenómenos, disidentes, poetas con plumas en ristre, soñadores de tiempo incompleto; forjadores de fantasías inconclusas, de temores inconscientes, muy inciertos pero que si duelen, pintores de colores grises (tan sólo de la realidad que permea), esa que se ha pintado desde hace mucho tiempo, agoreros malsanos de futuros, boicoteadores de tiempo completo, sed convocados a la reunión, a la fiesta (cada reunión de tan ilustres seres, lo es), en que habremos de intercambiar conceptos, algunos chascarrillos, algunos preceptos, prohibido está el prohibir, prohibidas las máscaras que de continuo usamos (tendrán que dejar sus mascaras y disfraces en la entrada), los anacronismos, las “falsas” y absolutas posturas, no tienen cabida, serán entonces exiliados (¿y hacia donde irán?, respuesta: ese será su problema,.., jejeje,..); la agenda programada es amplia y muy variada: hablaremos de la luna roja (literal y fantasmagórica), de los lenguajes encriptados como serpientes (no de la referencia bíblica, prohibido ese tema), de los traductores trasnochados que desvían a las consciencias, hablaremos de los mil rostros (si hay más, serán bienvenidos nuevos aportes) de los políticos (no sólo los mexicanos), y un espacio de agenda libre, que será elegida en el momento que termine el caos, en que la reunión habrá de convertirse, desde la conjunción de tantos extraños e ilustres seres convocados. Habrá también algunos oradores que se han invitado (no sabemos si llegarán, ya que no han contestado la invitación que se les envió con los diferentes enviados: el poeta taciturno, el hada del bosque encantado, el robot de Asimov, Hades el del río): el forjador del País de Utopía, el señor y gran pensador (todavía no reconocido), Ademar Salsipuedes, otro invitado es: el Fausto el connotado, él nos explicará de sus tratos con el obscuro y de como se hizo de la luz de la ignorancia (esta existe cuando se da cuenta de lo poco que se sabe); y algún otro invitado no agendado que ustedes quieran invitar, aunque hay sus excepciones, no será posible que nos “ilustren”, los seres Mesiánicos (que en el mundo actual abundan), aquellos que nos hablan de que ya viene el Apocalipsis (nos espantan), que debe uno beber de cierta agua, quizás confesar ciertos pecados (que nos acomodan y que nos agradan: la avaricia, uno de ellos y la vanidad por supuesto); ellos definitivamente no podrán participar de ningún modo, no obstante lo rueguen o soliciten con pliegos de muchas firmas, huelgas de hambre o manifestaciones concurridas, no señores, seremos irreductibles, no seremos receptores de tales elucubraciones, no señor, en absoluto, ya que si así lo hiciéramos, nuestra comunidad acabaría, ya tan sólo sería un apéndice metastásico, de alguna etnia transcultural hacia el futuro brillante que tanto nos predicen que devendrá, no en utopía (esa si es aceptada), sino en el cielo (luego de muertos, ¿ya para que?), bueno, esperamos que obedezcan todas estas recomendaciones (aunque la experiencia que hemos tenido en tantas reuniones, es que no las acatan) para el buen seguimiento de nuestra “hermosa” reunión de tantos ilustres personajes.

Atentamente
el Promotor de la eneava reunión de....
etc, etc,...
su humilde servidor,..