lunes, 12 de octubre de 2015

Doce de Octubre, no se olvida,..

¿Y si acaso fuera un ruiseñor, quien cantara alondra?
la venida de los hombres barbados,..
montados en sus bestias,..

¿Haría menos terrible la masacre que se dio?,..

Ellos, los salvajes, sacrificantes de humanos,..
fueron sometidos, civilizados,.., culturizados,..
nos dicen,..

Quebraron todo, todo, con ánimo de desaparecerla,..
de que no hubiera ningún vestigio de esta raza,..
para ellos maldita,.., salvaje,..
(los conquistadores justificaban)

Ahora, ya lloran por allí nuestros ancestros,…
los grandes señores que en su mundo fueron,..
los guerreros, el pueblo,.., todos se doblegaron,..

Pero su espíritu sigue perviviendo,..
emerge desde cada rincón de nuestra hermosa patria,…
desde el Rio Bravo que nos han dejado,..
de las enormes vastedades desérticas llenas de minerales,..
sus lagos, sus cenotes, su mar,..
lo que no derribaron,..

Y una población como un mosaico multicolor,..
rellena de cultura,.., tradiciones,..
creencias,.., no solo la que nos heredaron,..
y su fe,.., que sigue latiendo,..

Ya ahora sincretizada,..
hoy por ejemplo en Guadalajara,..
la virgen de Zapopan,..
su romería,..

La suave Patria de Velarde,..

Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.

Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.

Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.

Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero”.

Si alondra, la serpiente emplumada,..
ella sigue presente,.., en silencio,…
entre nosotros,..