miércoles, 4 de noviembre de 2015

Adios,...

En verdad que apenas somos,…
pasajes suaves tan inconexos,..
que apenas podríamos el tocarnos,..
en esa diatriba tan inconstante,.., inconsistente,..
que apenas roza,.., ella nos toca,..

Y flotar en por encima de nuestros preceptos,..
de nuestros apegos y de nuestros carencias,..
desgastando a las palabras,.., y los momentos
y ellos van aquietándose,..

Que ellos ya transigen y se van y que no se quedan,..
en el alma mía tan solo suave,.., como una despedida,..
que pocos comprenden,.., y ni siquiera yo,..
tan aquietada y quieta,…, perversa,..

Trasponiendo a todos los momentos bellos, inciertos,..
y si acaso pudiéramos rozar a un ángel,..
trasfigurado como una mariposa,..
o como una leve mota,..
o como un amanecer en cada día,..
donde allí emerge el tierno sol,..
y puede brillar este mismo por nuestros ojos,..
y se abre una enorme esperanza,…
¿pudieras comprenderlo?,..

¿Es el adiós una franca despedida?,…
pues desde que nacíamos ya nos íbamos alejando,..
y se fueron los momentos,.., y los sueños y las dudas,..
se olvidaron,… y se agotan,.., hay un devaneo,..
incesante, cambiante,.., y se deforma,..
puede deslizarse,… y ya vuela,.., y se va,..
pero no se olvida,.., no se pierde,..