viernes, 4 de marzo de 2016

Caminando entre lobos,.. (3ª parte)

Ya decíamos en líneas anteriores que el artista debe manifestarse libre y genuinamente para poder expresarse, cada vez mejor y más certeramente, sobre aquello que le conmueve, que le conmina y que le urge a hacerlo, sin embargo, ¿qué acontece en su derredor y que de alguna manera puede llegar a impactarle?, la dificultad, muchas veces extraordinaria, de encontrar los conceptos, las palabras, su orden, su discurso, y la confianza para decirlo, puede recibir una “X” respuesta, que va desde: la clara indiferencia, la burla, la ironía, la crítica razonada, positiva o negativa, o netamente opositora. El escribir no nos hace invulnerables, infalibles o eternos, sino todo lo contrario, el escritor que vierte líneas en un papel, debe saber que su escrito, con razón o no, puede provocar una respuesta inesperada, muchas veces uno pudiera creer que va a recibir una cálida acogida, y no, no sucede esto en absoluto, en lo personal esto a mi me ha pasado no pocas veces, sin embargo, como comentaba en líneas anteriores, el escritor debe partir desde su vena mas apasionada, aquella que casi le impulsa a no quedarse callado, que si al principio de su quehacer no logra más que una expresión muy pobre, errática, abstrusa, fea, o nada estética (según los canones) y no llega conmover a aquellos a quienes le lean, no importa, el escritor de no arredrarse o amilanarse, y persiste en su tarea, poco a poco y gradualmente, podrá ir encontrando ese “arte” expresivo y en ello coincido plenamente con lo que dice la vox populi, de que “la práctica, hace al maestro”. No obstante esta critica que es plausible y demostrada con indiferencia o abierto rechazo, hay otros efectos que pueden “afectar” al escritor, unos son delicados, graves, y otros, no tanto, entre los primeros está el hecho de que lo que se plasma en un papel, puede ser tomado no como un discurso inquisitivo o alegoría estética alucinada, sino por el contrario darle el cuerpo de una “amenaza letal”, vemos que en las sociedades en que no hay un discurso articulado y solo se imponen las maquinaciones para poder prevalecer, los “contrapesos” de la maquinaria de este sistema, están muy finos y muy sensibles y cualquier crítica o señalamiento contrario a este, se verá como una severa amenaza, como claramente una intromisión invasiva al “stablihsment” o el status quo y como consecuencia, puede llegar a perderse entonces la vida o la libertad (caso reciente Berta Cáceres), definitivamente que si, el escritor debe saberlo anticipadamente, que en la medida de su pasión y expresión, podrá enfrentar esta posibilidad, preguntándose entonces, ¿valdrá la pena decirlo?, ¿valdrá la pena? Para una respuesta razonada, yo me acuerdo de los años 60´s en México, DF, el movimiento estudiantil en todo su apogeo, los líderes del CNH (Consejo Nacional de Huelga), se decía en los medios, que estaban “infiltrados” por poderes extranjeros, “troskistas y anarquistas, comunistas”, de algún lugar externo a México, o sea, que se encontraban rompiendo nuestra “soberanía nacional”, que eran subversivos, una verdadera amenaza para el país, y los que sobrevivimos a este pasaje obscuro y sangriento de nuestro país, sabemos que allí perdimos la “inocencia” como nación, ¿de qué valían los héroes muertos o acribillados, en esa plaza?, luego como, ya desmembrado el movimiento, se fue machacando todo vestigio (año 1971, los halcones) y posteriormente las guerrillas en Guerrero y diferentes regiones, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez, prácticamente todo movimiento significativo, contrario al gobierno, se fue aniquilando, primero brutalmente, luego ya de manera “suave”, firme y selectiva, luego con propaganda, el concepto democracia todavía se maneja como un producto de sometimiento, y recién llegando ahora, “estrenando”, las candidaturas ciudadanas independientes, mientras que el artista o escritor, canta versos y hace “performance” de todo tipo, los poderosos, los que siempre han estado y seguirán estando, quien sabe por cuánto más, ellos no se tientan el corazón para acallar no solo una voz, sino todas aquellas que lo hagan y puedan significar un verdadera amenaza para dicho status quo, luego entonces, ¿deben quedarse calladas esas voces, nada decir?, en verdad que no lo creo así, estoy plenamente seguro que podemos manifestarnos tozudamente, constantemente, reiteradamente (todavía hay espacios donde se pueda hacer), y que poco a poco, ese discurso nuestro o expresión, tendrá el debido eco requerido, porque volviendo a lo dicho, se busca o se pretende, cambiar a nuestro entorno, nuestro espacio, a través del arte, nuestra expresión artística.

Bueno, seguiremos más delante. Saludos.


¿Escribir poesía?,.. (2ª parte)

Escuchando un breve discurso de Berta Cáceres cuando recibía un premio en un evento, escribo esta sección, la pasión de escribir es básica y sustancial, ¿qué nos conmueve, que nos impulsa a escribir?, ¿por qué escribir? Las necesidades y resortes que pudieran impulsarnos pueden ser muy variadas, y hay quien dice que el “arte” debe ser una manifestación casi mágica y unipersonal muy genuina, y que debe de obedecer primordialmente a esta necesidad del individuo a su propia expresión hacia la comunidad, es su “marca, su sello”, su voz, es la forma en que habrá de decirle o expresarle al mundo, sí, yo existí, yo fui, yo soy, yo pienso así. Y por otro lado, habrá quien diga que lo primordial en el arte es la transformación del mundo, y otra vez, de nueva cuenta, coincido con las dos partes, sin lugar a dudas creo que cada individuo que escribe debe dejar su “marca o su sello unipersonal”, y hay quien dice, que tal genuinidad es una ñoña aspiración ya que somos clones que nos reproducimos en una sociedad estructurada, hay quien dice que este concepto de la individualidad solo es un mero producto más del motor económico, que nos conlleva a ilusionarnos con dicha individualidad y anhelo de la misma, bien podría ser así, solo ser un mero impulsor que nos haga más llevadera nuestra vida, un poco menos gris, pero que la realidad que realmente importa, es aquella que nos lleva a comprar, producir y consumir, y es la que es “valiosa”, la que crea una economía, un estado o una nación, no obstante este aplastante discurso, disecciono al ser humano muy a mi manera, en dos grandes partes, la una es la común, cotidiana y visible, la corpórea u orgánica, la sensible real, porque esta es la que nos permite esa relación con el mundo, la materia, el nos, el uno que observa al mundo, al universo, y que prácticamente el primordial órgano perceptivo, es la mente, la psique y como ya decía en el escrito anterior, esta dialoga internamente, discute, filosofa, en palabras, conceptos, y claro que “ve” y recuerda imágenes, pasajes, sueños, anhelos, olores, sensaciones, miedos, pero el hilo conductor es la palabra, lo conceptual que va hilvanando a su yo, que le da un sentido y existencia, que le traduce, sintetiza, es la palabra, el discurso y este mismo pudiera verse influenciado de muchas variables, la edad, el género, el culto (la cultura), los arque y estereotipos, la moral social, el entorno, la historia familiar o de una región o nación, el encono, los anhelos o los miedos. Todos ellos pueden coexistir y crecer o disminuir o hasta agotarse unos con los otros, bien se dice que el peor enemigo de nosotros, somos nosotros mismos, y podemos ver en un momento dado, el grado enorme de sometimiento de una nación entera, el caso México es significativo, es casi allí donde se puede ver la frontera entre el individualismo y la sociedad, en la que vive este ser, parecen diluirse, el individuo, que no puede ser ajeno “per se” de su sociedad o entorno, al expresarse, pudiera transformar su mínimo espacio o frontera, y que a su vez esto genera un cierto movimiento como una onda en el agua, y otra vez hay quien dice y reitera, que el cambio, el señalamiento, es urgente, que es vital que ya se dé, que ya no debe permitirse ya mas esta injusticia o aquella, y si coincido en ello (es urgente), sin embargo muchas veces, expoliados por esta retorica fuertísima de los hechos y las injusticias terribles, se han gestado y elevado a los grandes locos, megalómanos terribles que se sienten “imbuidos o iluminados” por una causa suprema que debe aniquilar a toda aquella que no le corresponda, y otra vez, el imperio de la locura sobre la razón, es como un “reset” de la sociedad y todas sus estructuras y seres; y recomienza otra vez, el ciclo.
Yo creo, con cierto tiento, que la sociedad moderna, no debe de derruir toda una sociedad añeja y estereotipada (según quien lo vea), para que otra prevalezca o trascienda (lo han pretendido hacer todos los conquistadores de todas las etnias y colores), me niego deveras a creer o considerar esto como el camino más cierto y plenamente justo, yo creo, sin lugar a dudas, que hoy por hoy, ya tenemos esta sociedad y mundo, tal como esta, y debemos aceptarlo y medirlo tal cual como es, que esto ya no puede cambiarse o borrarse, ni a las personas, ni los constructos (hay quien piensa que si, que el “nos”, mío y de mis pares, debe acabar con lo disímbolo, lo que no nos corresponde), la crítica o la disidencia. El mundo actual, pésele a quien le pese, esta globalizado y hay que asimilarlo de este manera y no huir despavoridos del concepto; el mundo, la economía, las religiones y la política, todo está “globalizado” y esto deveras ya lo saben los grandes poderes mundiales que nos gobiernan, hay que admitirlo y partir desde esta base, en resumen, el arte obedece a una manifestación que debe pretender ser unipersonal y genuina y que esto mismo, eventualmente, incidirá de alguna manera (sin consignas, sin banderas o inclinaciones) en una sociedad más amplia y más versátil, inclusiva y tolerante.

Bueno hasta aquí dejo esta sección, saludos,..


¿Escribir poesía?,..

Estas líneas no quieren mostrar sino solo algunas herramientas que el tiempo, mi no-torpeza, la extensión de este espacio, (que yo doy cuenta que es muy breve, los escritos no deben ser muy largos) me han permitido escribir como dice Miki, “unos garabatos”, el poeta, ¿nace o se hace?, es como la pregunta inicial, y yo he contestado de las dos formas, ¿se nace con cierto talento o predisposición? y es claro y casi evidente, que si lo hay, por ejemplo, hay personas que con solo escuchar una pieza musical una vez, ellas pueden reproducir la pieza, con cierta facilidad y esto yo lo vi como les digo “en mi caso personal”, ya que yo quería tocar guitarra y nomas nunca pude sacar una pieza que me gustara, entonces, si creo que hay un talento o inclinación que cada quien tiene y quizás allí sea, donde mejor podría aplicarse para poder expresar lo que quisiera comunicar o expresar, por ejemplo, hay personas con un gran talento visual, que pueden percibir tonalidades o composiciones de colores que para muchos de nosotros, podrían pasar inadvertidas, creo en definitiva, que si hay una predisposición, pero no obstante esto que menciono, creo que el ser humano por lo común, nos comunicamos o dialogamos o filosofamos, con el “habla”, la “retorica”, el lenguaje, y aunque ya sabemos que hay un lenguaje silencioso (corporal, tácito, inferido, deductivo o velado, y hasta subliminal), el principal “vehículo” de nuestra gnosis, pensamiento, sueños, anhelos o filosofía, se va articulando con las palabras, con conceptos que vamos retomando y trayendo para apoyar o desarrollar a nuestro discurso, ¿qué tan reincidente es o repetitivo es nuestro discurso?, se decía que los conceptos o ideas se irían eslabonando en una especie de sinapsis, creando grandes conjuntos conceptuales que serian más determinantes de nuestro accionar voluntario o no, y de allí, de esos conceptos o reforzamientos reincidentes, y que por diferentes motivos nos llegaron, creándose todos nuestros conductos “deferentes”, por donde se conducen nuestras percepciones y damos también además nuestras respuestas en nuestro entorno, sin embargo, claro que podríamos decir que hay otros elementos que nos pudieran estar determinando, de alguna manera, nuestra consciencia total, este sumum de energía en que se confluyen tantas vertientes en nosotros, en esencia tenemos que traducirla de algún modo y considero que es la única manera de eslabonar ese universo interior que cada uno tiene y que debería ser casi, casi un apostolado, el encuentro con uno mismo, ese ser que desconozco como un todo, en el interior mío, con el cual cohabito y no puedo desligarme del mismo, el artista puede canalizar ese inquietud o energía alocada, o “dispersa”, por medio de su arte, pintar, construir algo, ser un actor, un cantante, un escritor, y es a través de este “arte”, que aun  pudiera ser rustico o muy elaborado, el artista logra colocar ese “algo” que en mínima parte, aunque sea, quiere o anhela expresar, pudiera en una piedra gruesa, rustica, haber querido expresar una cierta idea, algo, su profundidad, su rectitud, su posición, el entorno, algún color, etc., la suma y el detalle, pudieran haber sido dispuestos de manera arbitraria pareciera, pero no, lo más probable es que no.
Vemos pues que el talento artístico ya se trae o no se trae, sin embargo, a pesar de ello, ¿podemos reinsistir, pretender algo hacer?, muchos grandes artistas connotados, Leonard Bernstein insistía en la importancia del quehacer cotidiano, persistente, consistente, el ensayo, dándole un valor e importancia indispensables, el decía que solo a través de ello, de dominar la “técnica”, podría entonces el artista, predisponer el gran concierto, la obra prima, excelsa y así lo creía fehacientemente y lo desarrollaba en su persona y sus alumnos. ¿Esto significa que debemos tomar grandes academias en colegios connotados con grandes artistas?, en verdad que no lo creo consistentemente, porque afortunada o desafortunadamente, cada persona tiene su manera muy peculiar y particular de expresar su “arte”, cuando los maestros o educadores “moldean” al pupilo, les están conduciendo por un terreno que quizás no sea el suyo, ya para reforzar sus propios conceptos o alcances, de alguna manera le “cercena” sus alas de libertad que debe cada quien buscar y extender, entonces, ¿a que me refiero con la practica?, en el caso del escritor, tan solo debe de escribir, ¿de qué?, de lo que él quiera, estoy convencido que un verdadero escritor se va consolidando cuando a través de este ejercicio cotidiano, se encuentra mas cómodo con el encuentro de su mensaje extrovertido, más próximo, más fiel a su sentir, a su idea o sentimiento o sueño, por tanto, creo que un “novel” escritor deberá inclinarse a escribir, por aquello que le apasione de verdad, ¿qué quiere hablar de las arañas?, que hable, ¿qué quiere hablar de la tristeza?, que hable, en verdad, yo estoy plenamente convencido que crear para el gusto de “alguien”, siempre nos dejara un cierto vacío y que sin embargo cuando el mensaje sea el mío propio (así con pleonasmo), me sentiré muy bien de haberlo expresado.

Este pues, es un pequeño ensayo o aporte, para invitar a aquellos que quieran algo decir, que lo hagan, que no se queden callados y que se expresen, de menos, su sentir, cualquiera que este sea, tendrá una definición y manifestación que seguro les ayudara a tener más confianza consigo mismos, aunque esto ya es parte de otro tema.

Saludos cordiales.