sábado, 20 de mayo de 2017

Los preparativos de la boda,..

En el pueblo de Salsipuedes de los Otates,…, se gestaba un gran acontecimiento para el poblado,…, Juan Nepomuceno Turrubiates, se casaría,.., desposaría a su novia Enedina Jovita Aguilar,…, ya tenían muncho tiempo de novios,.., muchos de los pobladores ya los habían “cachado” por allí entre los matorrales, agarrándose de besos, casi sin ningún control y le habían llevado el chisme al cura Atanasio y él había dado muchos sermones al respecto,.., “la mujer que se precie de serlo,.., debe cuidar su lozanía hasta que no sea desposada”,.., que de hacerlo no era digna de ser mujer de matrimonio,.., sino digna candidata de “guila” del lupanar,…, que no pocos hombres frecuentaban los sábados después de que “rayaban” y que nadie quería mencionar, ni señalar que existiera,…, si algún fuereño preguntara por él,.., le dirían que allí en Salsipuedes no había tal lugar de perdición,..

Juan había trabajado hasta horas extras con su patrón,.., haciendo encargos de todo tipo para el Don,.., desde que ahora un “cuartito” para su “novia” en el rancho próximo que su patrón tenia,.., y que todo mundo sabía, que le ponía el cuerno a la Doña Bárbara,.., todo mundo se abstenía de decirlo abiertamente,.., pero cuando la Doña iba al tianguis a la compra del mandado diario,.., no faltaban las miradas burlonas, que se cuchichiaban cuando ella pasaba,.., sabía lo que ello significaba,.., pero igual que su mama y su abuela,.., las mujeres de Salsipuedes,.., debían llevar a su “cruz”,.., entre ellas se lo repetían y el cura de hoy y todos los que allí habían dado sermón en el pueblo así lo decían,.., “la mujer que se precie de serlo,.., debe de cargar con santísima carga del matrimonio y de los hijos, con la inclinación de la Santa fulana y zutana”,.., que no era otra más que el bajar la mirada y seguir amando al descocado varón en sus andanzas y tropelías,..

Juan había logrado lo que muchos varones del pueblo de Salsipuedes,.., anhelaban,.., casarse,.., hacerse hombrecitos,.., desposar a una novia virginal,.., que le amara con tal devoción,.., como Enedina que amaba a su Juan,.., los amigos no paraban de hacerle bromas a Juan, igual que las amigas de Enedina,.., como se reían de ella,.., y le hacían bromas que como intimas se lo permitían,.., “ora si canija,.., vas a saber lo que es amar a Dios en tierra de indios,.., condenada,.., pero no se olvides de contarnos todo, de todo,.., hasta con detalles de la noche nupcial,.., eh?,.., y Enedina asentando con la cabeza,.., nomás pensaba,.., ya parece que los voy a decir que Juan y yo, ya nos comimos la “torta” y que ella ya no era virgen que su padrastro, el condenado, en una madrugada que llegaba ebrio a su casa,.., la había desvirginado con apenas 13 años,.., y que la había amenazado que no dijera nada,.., porque entonces se iría y no habría quien mantuviera a su madre, que se encontraba enferma por tanta pena, demasiado trabajo,.., y por la bola de chiquillos que su madre habría juntado de tantos novios que había tenido,.., y que le habían prometido amarle con toda su “carga”,.., incluida a Enedina,..

Con esas expectativas llegaba Enedina al tálamo nupcial con su adorado Juan,.., él había dicho a sus amigos de borrachera,.., que un día de tantos días se iría a los yunates, a seguir a todos sus primos que hablaban de vez en cuando y que les contaban que allá,.., barrían los dólares como si nada,.., y cuando llegaban al pueblo,.., llegaban bien trajeados con botas picudas bien caras,.., y con fajos piteados,.., llenos de estoperoles,.., con gafas ray ban,.., y hablando inglés,.., do yo know?,.., y haberse quedado con su cara de menso,.., no mames,.., Pancracio,.., habla bien,.., utiliza la “lengua”, así le decían al lenguaje que ellos utilizaban de Huichol mezclado con Español que allí se hablaba,..

Continua esta historia,..