viernes, 31 de mayo de 2013

Confesion



Veo mi castillo y mis paredes derrumbarse,
caen alrededor de mí y yo en medio de todo ello, impávido,..
inexpresivo, inerte,..
hullo de mí, no quiero verme,..
por ello busco la luz, ávidamente,..

Casa de naipes, mi hogar fue,..
mis pequeños, mis retoños, fueron olvidados,
hacia su orfandad, a su desdicha, hacia la nada,…
Yo y mi otro yo, embalsamados,
enfrascados, ansiosos, temerosos,..
queriéndonos arrancar el amor, con artículos y adjetivos,
a girones, desatados, febriles,
con nuestras garras, con todas nuestras ansias,
con todos nuestros recursos, unos bellos, otros tortuosos y malévolos,
desierto fue nuestro amor iluso, intangible,.., etéreo, mana envenenado,..

Culpable yo fui, de no ser,
padre, esposo, compañero, hermano, hijo,..
tan sólo un vagabundo desterrado,..
repartiendo miseria y maldad entre los míos,..
poco amor y demasiado dolor,..

Ahora ¿ya que me queda?,..
sólo un anhelo,.., de bien morir,…
en algún lugar lejano de este desastre,..,
bien preparado, como en un plan maestro elaborado,..
por ello huía, me alejaba, me ausentaba,..
no podía enfrentar ya mis consecuencias, los reclamos
de la conciencia, el sentido común y de lo evidente,..

Mi egoísmo, mi falsedad enorme, mi desgracia,..
sello propio, bandera enhiesta, como estandarte,..
¿cuándo habrá de llegar ya la valentía?
la aceptación de todo mi torcido esfuerzo y no,…
¿cuando ya habré de reconocer esta enorme falla,
esta evidente y terrible carencia de amor hacia mi prole,
y a mi hogar, y a mi casa?...

Y luego de esto, ¿cuándo asumiré el rol que me toca? me corresponde,..
siendo solidario con mis huestes, con mis hijos, descendencia,..
llegarán ya los años, y volarán las centurias,
¿a donde se dirigirán?, si yo no les di ninguna brújula,
ni tan siquiera les pinte una raya, una cruz, nada, nada,..

Hoy  tan sólo, le pido a Dios un poco de clemencia,
que si el quiere, que yo me pierda,..
que me queme en hoguera como la paja,..
pero que a ellos, ya los salve, los eleve,..
que los tome entre sus divinas manos,
y los lleve,.., ¡oh!, Dios, te lo imploro,..
aunque ya sé, que a ti nadie te ordena,
porque eres luz y orden perfecto,
tan sólo os solicito, os suplico,
si tu así lo dispones,..
déjame, abandóname, suéltame,..
que nada me merezco,..
pero a ellos que no tienen ninguna culpa,
que tú los salves,..