miércoles, 2 de abril de 2014

Los hijos

Si bien es cierto, que siempre,..
el cielo se erige encima mío,..
como portento maravilloso cada día,..
y me saca lejos egocentrismo que me pertenece,..
que me es tan propio,..

Bellamente, puedo observar el alto cielo,..
tachonado de miríada de estrellas,..

Las puedo percibir,…
como colgadas todas ellas,..
puestas allí,..
belleza titilante,..
parece que me habla,..

En ellas puedo perder a mi mirada,..
y me roba el alma,..
me remite a mi pequeño ser,..
tan insignificante,..
tan intrascendente,..
algo de ello, pueden ya decirme,..

Darme cuenta que,..
para ser padre se requiere,
serenar a nuestros pasos,..
detener nuestro loco andar,..

Sosegar,..

El tiempo no se para,..

Más tengo yo que detenerme,..

Abatir a mis anhelos,..

Ponerme a un ritmo,..
más tranquilo, parsimonioso,..
más lento, más lento,..

Casi que dar la palabra,..
letra por letra,..

Sumar uno más uno dos,..

Se requiere mucha calma,..

Pero más que ello,..
se requiere tanto amor,..

El poder jugar,..
el poder soñar,..
y presentarlo,..

Dejarse llevar por ese juego,..
por esa sincronicidad,..
hacerlo así,..
significa todo,..
todo significa,..

Allí se encuentra la verdadera vocación,..
ver esas caritas brillantes,..
esas miradas,..
interrogativas,..
que poco a poco van creciendo,..
ya luego se trocan,..
y ya nos ven muy pequeños,..

El tiempo, el ciclo se repite,..

Ya van a comprender,…

¡Oh hermosa vida,..
que me ha tocado!,..

A pesar de todo,..

¡Gracias Dios!,..