jueves, 9 de abril de 2015

Tu recuerdo

¿Es que acaso el sueño se encontraba adormecido?,…
aquietado como agua en lago silencioso,..

Vagan los recuerdos como ave en horizontes,…
suben, viajan, planean, se intensifican,..
y hoy quisiera verte dulcemente reclinada,..
sentada y aluzándote la bella luna,…

Pintarte con un pincel imaginario,..
tu mirada descansada,.., lánguida,..
quizás pensando en algo incomprensible,..

¿Y yo?, preguntándome,..
¿cómo fue que te me perdiste?,..

Estoy,…
varado en el silencio de una respuesta,..
que no llega, no la escucho,..
no logro comprenderla,..

Procuro imaginar tantas posibles,..
que no cuidé tus pasos, esa noche en madrugada,..
cuando estabas ya dormida y te miraba,..
se reflejaba tu dulce rostro apacible con la luna,..

En aquel vendaval de la vida que nos hacía pedazos,..
mi calma se perdía, loco naufragaba,..
manoteaba, gritaba,..
ay mi negra noche eterna se volvía,..

Distancia, distancia,..
de tus finos pasos,.., tu mirada,..
de escucharte, arroparte entre mis brazos,..
cual auroras milenarias,..
envolverte,..


Se vale ver pero no tocar

(un tema que quería tocar desde hace tiempo)

Hace mucho, cuando yo empezaba mis correrías en este espacio de Facebook planteaba la pregunta: ¿Cómo es que hablando con tanta pasión con respecto al amor, no se daba el subsiguiente resultado, o sea, llegar concretamente a la relación física plena y no dejarlo todo en el mero “calentón mental o de oído” (románticamente hablando: amor platónico)? con sinceridad me hacía dicha pregunta y creo la respuesta clara, categórica nunca me llegó y dada esa carencia de respuesta (según yo), tuve que sacar mis propias conclusiones.

Pude llegar a entender y comprender que todo ser humano (mujer u hombre) puede tener la prerrogativa de hablar o comunicar su sentir de la pasión amorosa como él o ella así lo desee y considere, sin que ello implique necesariamente, que algún “despistado” (como yo por ejemplo) se crea que lo escrito va dirigido a alguien en particular o que conlleva necesariamente la respuesta en automático e intensa de “alguien” (un alma caritativa). En ese tiempo no entendía que la poesía o el escritor puede ejercer esa expresión escrita de manera totalmente libre, lúdica, pasional, tanto como quiera; dado que si no la hiciera así, no podría expresarse libremente respecto a la pasión amorosa que sienta, haya sentido o deseara sentir (la musa o el muso de sus sueños, sus anhelos). Y que cada quien que lo lea, podrá interpretarlo a su manera muy particular de sentir; pero ello no necesariamente implica que “le prendera carrera” (expresión de mi ex que significa que se pondrá en el camino de llenar su necesidad afectiva, a que buen mozo o moza el muchacho o la muchacha) al escritor o escritora que haya manifestado su dicho.

Facebook tiene muchas bondades, una de ellas que yo encuentro muy positiva, es que publicando algo en ese espacio, uno recibe con mucha rapidez la respuesta del público que la logre leer pero esta respuesta tan inmediata conlleva también un “pero” y es que eventualmente, dada la “familiaridad” o proximidad que se pudiera tener entre el emisor y escucha, pudiera darse una espacie de dialogo que al ser público, lleva a cierto grado de “promiscuidad” dado que normalmente (de manera convencional) dicha comunicación más próxima, intensa y clara, entre amigos o prospectos amorosos reales, se da en el ámbito de cara a cara (directa). Por ello yo llegué a creer (ilusamente) que algún día tenía que juntar mis “ahorritos” para enfrentarme directamente con la susodicha prospecto (juar, juar, como dice mi primo). Entonces, dada la imposibilidad de trascender las distancias, por diversas razones (por una simple lógica racional por ejemplo) considero que si estamos arribando a un nuevo tipo de aproximación o comunicación diferente, que deberá irse determinando y mejorarse y bueno, por ello la razón de este escrito y título: “Se vale ver pero no tocar”. En México, dado el machismo preponderante, las mujeres bellas, bonitas y de buen físico, casi que tienen prohibido vestirse de manera libre (como ellas quieran), dado que el macho mexicano siempre verá una clara insinuación a aproximarse para decirle: “nena linda, aquí estoy para lo que desees, estoy a tus ordenes”, de tal suerte que prácticamente una enorme cantidad de mujeres en México (me consta) sabe de manera tácita, que deben evitar la mirada directa en la calle con los “hombres”, dado el riesgo de que el mismo pueda entrever alguna posibilidad de aproximación, que muy posiblemente esté muy alejado de la realidad que la mujer esté viviendo o requiriendo.

Estoy seguro ahora que el “artista” en general (de cualquier tipo), busca expresarse libremente para poder abiertamente manifestar su sentir, que esta voz o expresión es muy necesaria en la sociedad para que el ser humano que la pudiera “percibir” se sienta algo identificado y de alguna manera “sublime” sus estados internos emocionales que le permitan decodificar sus anhelos, preguntas o sentires a su vez, de tal suerte que se requiere un cierto espacio de libertad para este ejercicio tan vital para la reconstrucción de valores en cualquier sociedad. El artista, con sus recursos, puede ser un vehículo para que el ser humano común pueda de alguna manera aproximarse a la comprensión de sus estados internos, quizás sus carencias o el encuentro de sus propias respuestas.

Debo creo también decir algunos riesgos, tocante a este tema de esta libre expresión pasional. Esta comunicación tan abierta y franca conlleva una serie de “riesgos” (vaya que si), entre ellos plasmo los siguientes:

Que dado el estado emocional que tenga o esté pasando en ese momento, pueda “enamorarme” del “artista” (que cubra una cierta necesidad afectiva muy profunda) y que eso me llevara a crear un cierto vínculo (al menos mío hacia el “artista”) que dada mi “sensibilidad” o estado, pudiera llevarme a sentir un “lazo” muy fuerte o estrecho que puede no derivar necesariamente a cumplir o llenar plena y satisfactoriamente mi necesidad real y concreta de respuesta afirmativa a mi vida (el artista no podría dividirse en mil cachitos para repartirse con todos sus “fans”), conllevando el riesgo extremo del suicidio al no verla concretizada. Y esto me recuerdo, se da mucho en la juventud, en mi caso, prácticamente nos veíamos plenamente identificados con el artista de moda (a mi me tocaron los 60,s y todo el movimiento hipie de aquel entonces, y pues ya se imaginaran los “valores” que estábamos construyendo).

Otro tema de riesgo es que gentes de muy mala intención, pudieran hacer un total mal uso de mis debilidades tratando de sacar algún provecho ilegal de mi condición emocional; extorsión, chantaje o algo más grave: secuestro por ejemplo, dependiendo de la psicopatía del delincuente. De verdad entonces que debe de ponderarse debidamente esto de las redes y los riesgos asociados a esta comunicación.

Bueno, ya termino con esta expresión, ojala algo haya podido “aclarar” un poco al menos al respecto del tema: escritura y lectura de temas pasionales.

Mis saludos y respeto

Su amigo: Víctor (Pato),…