miércoles, 30 de septiembre de 2015

Chauvinismo,...

Definición: El chovinismo o chauvinismo (adaptación del apellido del patriota francés Nicolas Chauvin, un personaje histórico condecorado en las guerras napoleónicas), también conocido coloquialmente como patrioterismo, es la creencia narcisista, próxima a la paranoia y la mitomanía, de que lo propio del país o región al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto. El nombre proviene de la comedia La cocarde tricolore (La Escarapela Tricolor, 1831) de los hermanos Cogniard, en donde un actor con el nombre de Chauvin, personifica un patriotismo exagerado.
El chovinismo resulta un razonamiento falso o paralógico, una falacia de tipo etnocéntrico o de ídola fori. En retórica, constituye uno de los argumentos falsos que sirven para persuadir a la población (o a un grupo determinado de personas) mediante la utilización de sentimientos, muchos de ellos exacerbados, en vez de promover la razón y la racionalidad. Se utiliza generalmente por parte de políticosmedios de comunicación y empresarios para condicionar la formación de expectativas. La filósofa política Hannah Arendt lo describe así:

El chovinismo es un producto casi natural del concepto de Nación en la medida en que proviene directamente de la vieja idea de la "misión nacional" [...] La misión nacional podría ser interpretada con precisión como la traída de luz a otros pueblos menos afortunados que, por cualquier razón, milagrosamente han sido abandonados por la historia sin una misión nacional. Mientras este concepto de chovinismo no se desarrolló en la ideología y permaneció en el reino bastante vago del orgullo nacional o incluso nacionalista, con frecuencia causó un alto sentido de responsabilidad por el bienestar de los pueblos atrasados.

"Imperialism, Nationalism, Chauvinism", en The Review of Politics 7.4, (octubre de 1945), p. 457

El chovinismo nació con la creencia del Romanticismo en la existencia de un  hipotético carácteridiosincrasiapersonalidad o temperamento nacional distinto para que tendría vida propia e independiente; cada puebloetniarazaregión o nación y un Volksgeist o espíritu del pueblo específico, que sus miembros deberían canalizar y servir; si bien los griegos ya se burlaban de quienes pretendían que la luna de Atenas era distinta (y mejor) que la de Éfeso. Psicológicamente, sin embargo, se trata de un sistema delirante que esconde un sentimiento neurótico de inferioridad en forma paranoica (en su manifestación de delirio de grandeza).

Tras la Segunda Guerra Mundial y sobre todo con la creciente Globalización, el chovinismo ha quedado reducido a una práctica moralmente reprochable, expresión del pensamiento nacionalista que suele ir acompañado de manías persecutorias consistentes en culpar de los males propios a otros paísesregionespueblos o razas.

Erich Fromm y León Poliakov han estudiado las manifestaciones más perversas y peligrosas del chovinismo, que pueden estar asociadas a ideologías totalitarias,xenófobasracistas y sexistas. Fin de la cita o referencia.

Es pues, en el centro de este tema, que nos aplicamos ahora, quizás este concepto derivará en tantas cosas o extensiones más, que siendo regionales o personales o hasta de límites y fronteras tendrán o adquirirán otro nombre, como el caso especifico del “pachuco” que buscaba definir Octavio Paz en su laberinto. Yo hace muchos años adquirí un cierto gusto a la economía (solo superficialmente), con el libro Los bienes terrenales del hombre, de Leo Huberman, me encanto, y la manera en que describe la génesis del Capitalismo, el Feudalismo; allí claramente me percaté de un concepto para mi extraño, el tema del Nacionalismo, como en determinado momento, los señores Feudales, veían de la necesidad de congregarse para poderse “defender” de las agresiones de otros “reinos” que los atosigaban y querían dominarlos y someterles, para ya luego, pedirles o exigirles un tributo, y como los héroes y heroínas, los caballeros, venían a ser los líderes de esas causas y valores, que se consideraban nobles, y para ellos lo eran definitivamente y morían por ello, todo en aras de proteger a su rey, a su nobleza. De allí nace entonces, ahora mi percepción de que el regionalismo, etnocentrismo, el nacionalismo, o cosa similar, en el fondo realmente importante, lo que busca es mantener el estado en que se encuentran las cosas, mantener el estatus quo, las clases, tal como están, el gobierno, tal como esta, los valores, igual, la fe y las creencias, lo mismo. Si bien es cierto que un pueblo o una región sin “identidad”, es como el joven que “renuncia” a sus valores morales (que “mamo” en su casa), para encontrarse realmente “inerme” ante los vaivenes de tanto “méndigo” (literal la palabra), que busca cualquier cantidad de cosas, desde una enorme “veneración” o reconocimiento, el dominio de esos seres aglutinados ante preceptos indefinidos de libertad, justicia, belleza, arte y tantos mas y que realmente llegan a tutelar y disponer de sus destinos de lamentable y “fea” manera, porque de verdad que difícilmente les darán la oportunidad enorme de crearse y descubrirse a sí mismos, sino que les imponen, literalmente, su percepción y realmente les “corrompen” en el más extenso significado de la palabra, les imponen (emos) sus creencias, percepciones, juicios, etc. Si bien es cierto se ha dicho que un pueblo sin “identidad” está sujeto a los vaivenes de la historia, y en el caso específico de México, esto no podría ser más cierto, desde que hago recuerdo de todos sus pasajes y que sólo alcanzamos a notar la mayoría, antes de la conquista, aunque perdemos todo el desarrollo del enorme imperio Mexica y sus horizontes de aquellos años; se vislumbra un país sometido por cantidad de elementos que bien en el prologo de las Cartas de relación de Cortes, apuntaba Henestrosa: 

“No han dejado de combatir en nosotros, el indio y el blanco. Cuando los creíamos reconciliados y en paz,  encontramos a los abuelos el uno frente al otro, con los puños cerrados”, 

con esa tan sólo cita, para denotar que esto sigue aún terriblemente vigente, los odios y resentimientos de una tierra que ha sangrado infinidad de veces por cantidad de personajes de diversa procedencia, desde los conquistadores reales de México y los tácitos o velados ya ahora, pasando por todos aquellos que han aprovechado esta enorme disgregación de la patria mexicana en pequeños feudos atroces; reza el dicho: “divide y vencerás” y en México, lo dicho, es totalmente cierto; hay una enorme disgregación en todos los sentidos, hombres versus mujeres, padres versus los hijos, religión X versus religión Y (¿antecedentes reales?: la guerra cristera), los viejos versus los jóvenes, los del rancho fulano contra el zutano, los de la colonia fulana contra los hijos de su pinche madre de,… y así,.., infinidad; un país roto, fragmentado, que es buen espacio para los grandes poderes de facto, esos que no piden permiso, ni respetan ningún valor que no sea su propio interés y conveniencia, no reconocen patria, ni frontera, ni valores, sólo los suyos, solo los propios (de ellos), no son cívicos, sino más bien cínicos. He allí todo lo que significa esa enorme carencia o “tara”, la disgregación, el etnocentrismo, es una filosofía que se adapta enormemente a los excesivos intereses de la clase dominante, la que nos somete. Y no hablo y digo de renunciar a nuestros “valores”, no podríamos, así como la indoctrinación es un “falsa impostura” (los pachucos), no podríamos, es más bien a un rescate real y cierto a nuestra verdadera historia, no la maquillada, sino la real y cierta, para de allí partir con autoestima, no pretender que a base de sombrerazos y “chingados”, cambiamos el esquema mexicano, el campo, los corruptos (que somos todos), si no hay amor a la patria (la madre), no puede haber un desempeño consecuente, requeriríamos un millón de policías (lo que sucede ahora), para lograr un poco de control y civilidad (si como no, sólo de las masas informes).

Bueno ya,.., hasta aquí,…


Lasitud,...

Si, hay demasiados datos,
muchas historias, que se entretejen todas en un momento,
crean expectativas,
algunas dudas y certezas,..

La facultad humana de la resilencia, de la fe, de la terquedad,
del egoísmo, tan natural en el humano ser,
que es como su sello, indeleble es,..

La capacidad de su asombro además,…

Por más que quiera negarlo, no se agota,..

La locura de la verdad absoluta, que se pretende abrazar y lograr,..
que en aras de ella se atropella sin cesar,…
que así debes de creer, que así debes de confiar,…
amar,…

Entregar tu vida por una causa,…, vaya sinrazón,…
como si necesario fuera la sangre de algún inocente,…

Como si una verdad fuera el punto alfa y omega del universo,..
vanidad humana,.., que sordidez,..

Que lejos está el humano de ser como una hiedra, como un plancton,..
que armoniza con el paisaje natural,…
que lejos estamos,..

Donde no rompamos, fracturemos a nuestro par,
las criaturas con las que cohabitamos,…
ufff, que lejos,..