domingo, 31 de enero de 2016

Para un hijo próximo padre,..

Hijo mío un cierto mensaje,..
quizás una recomendación sea,..
la paternidad que se nos aviene,..
es como un accidente,..

Tanto que nos atormenta el advenimiento,..
de un nuevo ser,..
tantas expectativas,..

Que si yo, que si ella,.., que el hijo, la hija,..
que el futuro,.., que el sino,.., que el destino,..
que el egoísmo,..

A esta diatriba neurótica, insistente,..
te puedo decir,..
que solo Dios dispone,..

Que por más que nos esforcemos las cosas todas derivan,..
el bien o el mal que acontece, los errores y los aciertos,..
ellos derivan,..

No hay ninguna herramienta o dogma, algún hado que nos proteja,..
es la vida, ella acontece,.., ella se da y ella emerge,..

Solo hay que estar calmo y hay que solicitar mucho a Dios,..
que amaine nuestra duda e incertidumbre,..
nuestros miedos y estrecheces,..
la cerrazón que a veces los corazones tienen,..

Que nos de la paz y serenidad necesarias,..
que aquiete nuestro corazón y nuestra alma,..
quieta, quieta,..
serena, serena,..

Que nos permita un tanto, disfrutar esos momentos leves,..
que como roces nos tocan en pequeños lapsos,..
de tiempo, circunstancia,..
ser expectantes, testigos arrebolados de la maravillosa vida,..
plagada de circunstancias distintas, tantas,.., tantas,…

Mijo, que Dios a ti y a tu familia ampare,..
que te de de la fortaleza necesaria,…
el don del amor y la palabra,..
la guía,.., el perdón y la calma,..