martes, 23 de febrero de 2016

Tolerancia e intolerancia,..

Tolerancia es permitir, es dejar ser y la intolerancia es lo opuesto, es interferir y no permitir ser, ¿qué es lo tolerable? y ¿qué no?, ¿hasta dónde?, ¿hasta cuándo y cuanto?, como ser viviente en una sociedad, estos límites fueron acaeciendo, yo no los resolví, se fueron dando, mucha de la “intolerancia” en mi entorno, va obedeciendo a un sin número de factores, la cultura, los “valores”, la moral, el sentido del bien y el mal, la indoctrinacion, mi historia de vida, mi entorno familiar, etc., alguien podría acuñar el concepto, el “inconsciente colectivo” (Carl Gustav Jung), el caso es que mucha de la intolerancia que yo pudiera tener, obedece a mi fuero interno (nace en mi) y otras, me son heredadas, en toda sociedad moderna hay infinidad de ejemplos de tolerancia y su opuesto, prácticamente en estricta esencia, todo ser humano es un depredador de su congénere, de su “hermano”, Cain y Abel, la dupla inseparable, el victimario y la víctima, el Rey y el vasallo;, el ser humano por más abierto que pretenda ser, desea genuinamente “permanecer” y persistir, trascender, no quiere ser “borrado” o ninguneado, quiere ser reconocido y hasta cierto punto venerado y respetado, el ego, su ego, sufre mucho si esto no sucede en cierta medida (al tamaño de dicho ego), de tal suerte que abierta o veladamente, el humano busca colonizar al “otro”, su congénere, ya sea por medio del discurso, la retorica, o por otros medios (chantaje, manipulación, seducción, la voz del consenso, etc), ¿se podría concebir una sociedad tolerante donde todos y cada uno de nosotros podamos desarrollar nuestras inclinaciones de manera libre y soberana, sin menoscabo de mi hermano, vecino, conciudadano? Sería ideal, y alguien diría que es una utopía, algo realmente imposible de fabricar, por el humano, por sus enormes carencias “in situ”, morales y espirituales y que de hecho, por esta misma carencia, se ha llegado a concebir en que la indoctrinacion del “alma” es la vía de acceso al ascendiente de la raza humana toda y de allí fácilmente llegamos a los fanatismos “ultra”, las cruzadas donde no importa cercenar la vida misma, sino la fe que debe imbuirse e imponerse, a fuerza de la espada que blande.

Arribar a un mundo moderno, donde las carencias de todo tipo campean en todos los sectores y lugares, donde la desesperación se va haciendo algo cotidiano, las injusticias y los reclamos se hacen de más de continuo insoslayables, los grandes crímenes, los nefastos personajes, los asesinos en masa, los corruptos, y ladrones, etc., ¿Cómo arribar entonces a esta sociedad “Cuasi-tolerante en demasía”?, donde todos podamos coexistir, sin menoscabo del otro, en verdad una gran tarea por hacer, los absolutistas dirían: a mi modo, a mi manera y los demas, diremos, “ya se irá dando, no te preocupes” , sin embargo debemos, creo de recordar las palabras y concepto de Evelyn Beatrice Hall, traduciendo a Voltaire, “defenderé hasta la muerte, tu derecho a decirlo aunque después te lo refute”.


Los candidatos,..

En estos tiempos o meses, se da un fenómeno sobresaliente, en el 2016 se van a renovar muchos espacios de poder, diputados, gobernadores, presidentes municipales, senadores, de las elecciones que se den y en función de quienes ganen, se conformara la fuerza política, la mayoritaria y la minoritaria, la primera establecerá exactamente como “gobernara” al país y la minoritaria, como habrá de someterse a esta voluntad (no popular, sino sectaria, sesgada), esta porción del aparato del sistema, determinara con cierta exactitud, el reparto del botín, quienes se llevaran que y en qué medida y esto ha venido ocurriendo en México, desde toda la historia política existente, en realidad a los partidos políticos no les interesa el “pueblo y sus demandas (sus necesidades)”, no en absoluto, les interesa tan solo permanecer en el poder, para “devengar” lo que consideran un derecho inalienable, “vivir bien” a coste del erario, solo eso es lo que les importa nada mas, los menos ambiciosos (¿los hay?), pensaran en qué hacer con la “dieta” que les toque y los mas (ambiciosos), ya estarán pensando en que “negocios” rentables podrán hacer (empresas fantasmas, desviación de recursos, aviadores, etc).
Los candidatos en México es toda una área de oportunidad, desde tiempos inmemoriales en que el “dueño” del poder político en México, el presidente, establecía a su sucesor para sucederle en el poder, de ganar el mismo, cosa que era segura que pasaría en la soberanía del Priato, ya que todo el aparato político se plegaba a ello, debía proteger y cuidar a sus antecesores, era un tema y asignatura obligada, algo así como un pacto de sangre, muy propio de las mafias y de las sectas más obscuras y perversas, yo te adelanto, pero con el consabido compromiso de tu parte de cuidarme y protegerme cuando llegues al poder.
Entonces ahora en estas fechas, se da esa “química maravillosa”, se está “cocinando” el poder en México y de “facto” de hecho pues, ahorita se “barajan” todos los nombres, que si fulanito, que si sutanita, etc, etc, ¿cualidades?, en México son bastante peculiares, no es en base a su “curriculum” (su trayectoria pública), ni a sus capacidades y talentos (muchos ejemplos lamentables en eso), ni sus estudios, ni su labor en pro o en función de la sociedad; todo ello no es significativo en México, las “cualidades” que se busca de los candidatos son muy sui generis, por no decir absurdas, el candidato debe:
a.       En primer lugar, reconocer quien le llevo al poder (no el pueblo, ya que este no lo eligió, sino el aparato que lo coloco en la palestra) y dado este reconocimiento, deberá de proteger a sus “padres” o mentores putativos, el mejor candidato, será este, el que pueda garantizar esta entrega y disciplina.
b.      No interesa su preparación y capacidad, como se decía, sino que tenga algo de “carisma”, en México corresponde esta acepción, a que le “caiga bien al electorado”, que sea hasta cierto punto popular y reconocido por la gente, y por ello mismo se dan fenómenos terribles, de personajes cómicos o “chistosos”, en los foros de decisión política mexicana (y no es que no pudieran ser serios, sino que fueron alentados por eso mismo, de otra manera no serian elegibles).

Es en la elección del candidato (s), donde se “cocina” el sistema, es allí donde se fragua el brebaje que habremos de degustar todos los ciudadanos, en México, por la indolencia nuestra, los políticos de carrera, hacen su Agosto y su reacomodo con amplio margen (a sus “anchas”), y no hay quien o que les haga sombra, para nada, solo entre ellos mismos, se negocian, se alientan y desalientan, cada uno quiere que su “gallo”, sea el sucesor, su compadre, su amigo, su compinche, su socio.

Ya veremos que resulta de todo este preparado, Dios nos agarre confesados.

Mis saludos cordiales.