lunes, 14 de marzo de 2016

La sombra y los apegos,..

Salí y me hería la resolana,..
acostumbrado de tantas horas a la penumbra,..
la irradiación de los rayos solares hería a mis ojos,..
agachaba la mirada,…, los entrecerraba,..

De alguna manera recordaba algunos pasajes,..
que llegaban a mi memoria,.., el llano en llamas,..
aquella parte donde el personaje dice,..
que la mirada no podía detenerse,..
que nada le llamaba a hacerlo,..

Así yo,.., solo caminaba,.., buscando no tropezar,..
rebase ese baldío caliente, árido, reseco,..
iba por mi nieto,.., a su escuela,..
le espere y ya volvimos,..

Y también recordaba a la alegoría,..
de la cueva,…
donde el personaje se siente incomodo
cuando se le arranca,.., de su penumbra,..
y se le lleva a rastras hacia la luz,...
y siente pánico,..

Y de alguna manera todo eso va confabulando
con el pensamiento,..
de los apegos,..

Y es muy cierto que,..
en muchas ocasiones requerimos,..
una mano que nos asista cuando caemos,..
y no por voluntad propia,.., sino como un golpe,..
como un accidente que nos fragmenta y nos derrota,..

No obstante,..
la vida,.., requiere de cierto grado de fe,..
esa del gato,.., que se sabe que pudiera estar encerrado,..
en una caja negra,.., y que nos dicen,.., que allí el esta
y no podemos verle,..

Así los apegos,..
si nos detenemos demasiado,..
no permitimos el crecimiento,..

Y hacemos asociaciones dolorosas,..
que nos lisian,..
que nos limitan toda la capacidad que deberíamos,..
desarrollar para crecer y madurar,..
decía mi nieto,..
¿cómo fue que Dios creó a la sombra?,..
y creo que allí está la respuesta de este pasaje,..



Magia,..

Hoy te puedo asegurar,..
que si creo en la magia,..

La magia de los momentos,..
aquellos que se anticipan a un sueño,..
o a una realización, sin saber en lo que deviene,..
la vida,.., ¿será posible?,..
y no se sabe, ello se desconoce,..

Creo en la magia,..
de la esperanza, que ella en verdad siempre
pudiera presentarse,.., sin que yo la llame,..
o que la busque o la exija,.., que ella deviene,..

Que está en el ambiente como un éter,..
y que de repente ella me dice,..
si aquí estoy y nunca me he ido,..

Creo en la sanidad que representa,..
el perdón de nuestros yerros,..
porque al fin humanos,..
siempre, siempre,..
habremos de seguir cometiendo,..
hasta que muramos,..

Creo en la justicia,..
que ella siempre,.., y con el tiempo,..
podrá colocarnos en perspectiva,..
lejos de las terribles pasiones propias del humano,…
pequeño, frágil,.., tan indecente,..

Inundado por la culpa, por el odio, el egoísmo,..
y que reclama, reclama constante,..
por su miedo,..
por su fragilidad y por su estatura,..
tan pequeña,..

Que le lleva,..
a esa sensación de orfandad terrible,..
y que no entiende,..
porque uno habrá de irse,.., lejos, lejos,..

Hoy he venido aquí,..
a decirte, testimoniarte estas cosas terribles,..
que invaden mi locura, tú dirás,..

Y que sin embargo es real que es en lo creo,..
lo que me conduce,.., lo que me aiste,..

Aquello que me levanta desde la cama,..
desde el sueño profundo,..
de mi neurosis,.., traducida desde la depresión,..
que constante me asiste,..

Y que yo no elegí, que yo no resolví,..
pero ella me vive,.., ella está conmigo,..
todo el tiempo,..

Y tengo que invitarle un café,..
para que no se me enoje,..
para que sea amable,..
y pueda estarle arrancando versos
a la melancolía,..

Adiós,…, hasta luego,.., hasta siempre,..